Impunidad en el caso Filizzola: un retrato de la podredumbre judicial

Impunidad. El reciente fallo que blanqueó a Rafael Filizzola revela la podredumbre del sistema judicial y de la viveza de los abogados defensores que se aprovechan de las chicanas para dilatar el proceso a más no poder y conseguir la prescripción sin que los acusados sean juzgados en el banquillo.
El exministro del Interior y actual senador Rafael Filizzola logró el sobreseimiento definitivo en el caso conocido como “comisarías de oro” tras una estrategia de dilatación judicial que se prolongó por más de una década. La sentencia fue dictada por el juez penal de garantía Yoan Paúl López, quien admitió la prescripción del delito de lesión de confianza.
El político estaba acusado de haber causado un perjuicio de G. 1.131 millones durante su gestión (2008-2011) en la remodelación de 23 comisarías, obras adjudicadas a la empresa Todo Verde Emprendimientos. Pese a las numerosas evidencias, el caso nunca llegó a juicio oral debido a las constantes chicanas.
El modus operandi
La estrategia de la defensa consistió en presentar recursos dilatorios que fueron admitidos por el sistema judicial. Inclusive permitió que el expediente permaneciera “cajoneado” por más de cinco años en la Corte.
En su resolución, el juez López argumentó que el caso prescribió debido al extenso tiempo transcurrido del caso, y además cuestionó que no se hayan presentado urgimientos fiscales durante el periodo en que el expediente estuvo varado en la Corte.
El rol de Desirée Masi
En el proceso también resalta el papel de la exsenadora Desirée Masi, esposa de Filizzola. Coincidentemente, durante el tiempo en que el expediente permaneció detenido en la Corte Suprema de Justicia, Masi ocupaba una banca en el Senado. Según el periodista Aldo Ynsfrán, era un “secreto a voces” que se enviaban emisarios a la Corte para obstaculizar el avance del caso.
FUENTE DIARIO HOY